De Vlad Tepes se sabe que fue un príncipe centroeuropeo, reconocido por su ferocidad en combate y por los tormentos a los que sometía a sus enemigos. Le decían “El Empalador”. El avance de los turcos encontró a Vlad dispuesto a defender a su pueblo y al cristianismo, al que se aferró con absoluta devoción. Hasta allí la historia comprobada. Bram Stoker se basó en las legendarias matanzas dispuestas por Vlad y en el carácter sanguinario del personaje para transformarlo en el Conde Drácula, número uno del podio vampírico de la literatura decimonónica y del cine desde que es cine.
Drácula ha pasado por todos los tamices imaginables durante décadas. Faltaba una aproximación profunda al origen del mito y hacia allí apunta esta película que dirigió el debutante Gary Shore. Es, a la vez, un intento de los estudios Universal por reflotar las franquicias que le dieron fama y dinero en los años 30 del siglo XX, desde Drácula a Frankenstein.
Claro que esta propuesta está colmada de vueltas de tuerca, producto de la imaginación de los guionistas Matt Sazama y Burk Sharpless. Ellos utilizaron el libro de Stoker como disparador y construyeron un relato que mezcla acción, drama, fantasía y, por supuesto, dosis de terror.
Una figura clave del relato es Mirena, la esposa de Vlad Tepes. Cuando el hijo de la pareja -Ingeras- debe ir a la guerra contra los turcos, ella pacta con fuerzas oscuras para protegerlo. Será un salvavidas de plomo, porque el costo, en especial para Vlad, resultará terrible. En la historia se cruzan las figuras históricas con brujas y maestros vampiros, mientras no aflojan las batallas ni el suspenso.
Luke Evans (que estuvo a punto de perder un ojo durante el rodaje) encarna al atormentado Vlad. Evans vive un momento notable en su carrera: fue elegido para protagonizar la remake de “El cuervo”, mientras que pronto lo veremos en la última parte de “El hobbit” -donde interpreta a Bard- y en “High-Rise”, basada en la novela de J.G. Ballard.
El papel de Mirena es para la ascendente canadiense Sarah Gadon (viene de actuar a las órdenes de David Cronenberg en “Polvo de estrellas”), mientras que en el reparto también aparecen el extraordinario Charles Dance y Dominic Cooper, en el rol del sultán contra el que combate Vlad Tepes.